miércoles, 28 de julio de 2010

Un InStaNtE


El se acerco lentamente a ella, en la penumbra de la habitacion ella sintio el tacto de sus manos en la piel, su respiracion suave y cadente al mismo ritmo, al compas del sonido del televisor. Sus labios se encontraron, un beso llevo a otro, y otro y otro, cada avez mas voraces, les estorbaba la ropa tumbados ahi en el sofa. Primero ella, fuera ropa, blusa, sosten, pantalon, a la par el, camisa zapatos, todo.
El miraba con excitacion los senos de ella, tocaba y besaba con ansia desmesurada, como quien desea morir en el infierno presa del pecado en la boca, recorria cada milimetro de su torso con la sed vehemente de quin no ha probado gota de agua a mitad del desierto. Y derrepente la encontro, fuente bendita, capaz de mitigar el sinsabor al mismo tiempo que lo hacia explotar pidiendo mas.
Tendida asi, entregada al placer, en ese momento ella se revelo, se mnonto en el, no pudo evitar sentir la necesidad de recibirlo entre sus piernas, ansiaba ese miembro fuerte, masculino, viril dentro de ella, hasta las entrañas. Ahi sobre el, ra casi magica la cadencia en la que se movia, como si algun ritmo silencioso que solo ellos dos pudieran descifrar fuera lo que lso impulsara a ese vaiven que ahora era tranquilo y ahora era casi animal. Se acariciaban con ternura y amor, con pasion y deseo y de a mordida casi corrian el riesgo de arrancarse cada parte del cuerpo. No habia silencio, todo se confundia entre gritos, gemidos y gadeos de deliberado placer hasta que derrepente tras un breve e intenso momento se liberaron ambos y todo termino.

El arte de mi querida jolli

El arte de mi querida jolli
muchias graxias por el regalito